domingo, 26 de diciembre de 2010

Podcasting.

Si escuchar las interesantes opiniones de un comentarista de fútbol no se cuenta entre sus entretenimientos preferidos, conducir por las carreteras españolas un domingo se puede convertir en una tortura. O podía serlo hasta hace poco. Ahora, si el horario del programa de radio que le gusta no coincide con el de sus desplazamientos al trabajo, o incluso si nadie habla en la radio de los temas que le interesan, eso ya no es un problema.
El podcasting se ha convertido en una nueva forma de escuchar la radio y en un fenómeno de comunicación nuevo en sí mismo. La miniaturización de las memorias digitales y la popularización de los reproductores de mp3 han favorecido el surgimiento de miles de podcasts disponibles en la red. Usted puede descargarse gratuitamente su programa preferido y escucharlo cuando mejor le parezca, en el coche, en el supermercado o en la cama, antes de irse a dormir.
En estos días, mientras la industria audiovisual tradicional y una parte de los creadores de contenidos alzan su voz, iracundos, en contra de la copia de sus productos, otros muchos creadores ofrecen los suyos de forma gratuita. El mismo fenómeno que según algunos hará desaparecer la cultura, está haciendo florecer un pujante movimiento cultural que ofrece un formato totalmente nuevo a sus consumidores.
Existen podcasts para todos los gustos. Programas de radio que las emisoras suben a la red poco después de ser emitidos y que pueden ser escuchados en cualquier momento y desde cualquier lugar del planeta, como la revista vespertina “Julia en la Onda” o el amplio espectro musical que ofrece Radio 3. Proyectos de popularización científica como el conjunto de podcasts Cienciaes donde entrevistan a físicos, biólogos, astrónomos, y otros investigadores; narran las biografías de sabios o inventores; explican las claves de grandes descubrimientos o dan una explicación científica a los fenómenos más cotidianos.
La especialización temática es una característica de este fenómeno. “Economía for Dummies” trata de enseñarnos a los profanos el funcionamiento de los mercados y demás mecanismos económicos. “El Podcast del Buho” nos acerca a personajes de la historia, de la literatura o la mitología. Hay una versión en podcast de audio del popular programa humorístico televisivo “Camera Café”. Existen podcasts que ayudan a aprender idiomas, dedicados a juegos de ordenador, a descubrir todos los secretos de un gadget electrónico, a la ciencia ficción, al cine, literatura, marketing y a cuanto tema se nos pueda ocurrir.
La calidad es tan diversa como la variedad de temas. Hay profesionales y amateurs. Programas que desaparecen después del quinto capítulo y otros que ya cuentan años. Unos con sonido impecable y otros llenos de molestos ruidos. Es un formato tan económico de realizar y difundir, que basta con un poco de talento y las ganas de una persona, o un pequeño grupo, para crear un producto que pueden consumir miles de usuarios en todo el mundo.
Las nuevas tecnologías informáticas producen nuevos modelos de consumo y nuevos creadores. Quizás el podcasting sea el germen de una nueva radio donde el usuario escoja cuándo y qué quiere escuchar. Al mismo tiempo, cualquiera con voluntad de hacerlo y un poco de tiempo, puede compartir sus ideas o aficiones con quién esté dispuesto a escucharlo en cualquier parte del mundo.

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