viernes, 31 de diciembre de 2010

Vegetación en la casa de mis padres

La vegetación
en las aceras
de mi antiguo barrio
es agreste,
verde y tenaz.
Hierba que crece
ante el menor descuido.
Raíces de árboles ancianos
que levantan
poco a poco
las lozas del suelo,
el asfalto de las calles.

Los insectos
que invaden mi barrio,
aparecen en las grietas
haciendo colonias,
en filas ordenadas
o no.
Cavando túneles
en las paredes
de la casa de mis padres.
Corriendo
de un lado para otro,
revoloteando
alrededor de las luces.

La hierba que crece
en las aceras de mi barrio
no se arranca con facilidad.
Manojos impenetrables,
espinas y bordes cortantes,
frágiles y hermosas flores
de vivos colores
que brotan,
 se marchitan al sol,
brotan,
y se marchitan
un millón de veces.

Los insectos que vuelan
alrededor de mi casa
beben la sangre de mis vecinos,
provocan dolorosas picaduras,
inoculan molestas
o mortales enfermedades.
Incomodan
con su mera presencia,
sobre nuestros alimentos,
nuestros lechos
y libros.

La gente
que vive en mi barrio
es como la vegetación,
como los insectos.
Se aferra a la vida.
Destruye
poco a poco
las barreras
que le impiden
respirar.
Busca la salida
de los túneles.
Busca la luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario